El Hotel es precioso, el del pueblo es una casona antigua en el centro del parque, y es muy bello, la piscina es tranquila, todo el tiempo el hotel se sintió privado para nosotros. El hotel del desierto es increíble, las instalaciones son como de cuento, no encantaron los dos lugares. Viajamos en familia, con una niña y disfrutamos muchísimo las instalaciones del hotel. El desayuno es delicioso, las arepas nos encantaron, una buena porción de fruta, huevos y bebidas a elección. Lo mejor de todo la atención del personal del hotel, siempre atentos y dispuestos. Super recomendado.